El que mucho abarca mucho aprende

Se puede hacer todo. No se puede hacer todo, todo el tiempo, todas las veces, pero sí se pueden hacer todas las cosas. Todo, menos lo que no puedes hacer, evidentemente. Si te gusta bailar, bailar algo es mucho mejor que no bailar nada. Siempre se puede bailar mejor, siempre se puede controlar mejor tu cuerpo, o conocer más estilos de baile, pero bailar algo, es mucho mejor que no bailar nada. Cada palabra que sabes en otro idioma es una herramienta que te puede ser útil. Editar fotos, audio y vídeo es muy útil. Nadie controla totalmente el photoshop, pero entenderlo y poder hacer cosas, pocas y cutres, te da mucha más libertad que no hacerlo. Puedes practicar con la guitarra 4 horas al día y, aún así, puede que nunca sea suficiente, que nunca toques tan bien como deseas, porque siempre se puede hacer más, siempre se puede hacer mejor y siempre habrá un pez más grande que toque mejor la guitarra. Si dedicas toda tu vida a hacer una cosa puede que la hagas muy bien, pero dejarás de hacer muchísimas cosas que seguramente te servirían de utilidad y con las que disfrutarías enormemente. El que mucho abarca mucho aprende, y el que poco abarca no necesariamente aprieta en lo poco que hace.