Coleccionemos problemas

He decidido que me gustan los problemas. Me gusta detectarlos, analizar su origen, estudiar sus consecuencias y encontrar modos de solucionarlos. La mayoría de los problemas y los errores son, o pueden ser, recurrentes, por lo que es bueno encontrarlos cuanto antes, eso te permitirá ir despejando el camino de problemas que podrías tener más adelante, o que podrías no dejar de tener nunca.

Por eso me alegro cuando me encuentro con un problema, no porque sea cómodo, sino porque eso significa que ya ha pasado la parte de mayor incertidumbre, en la que desconoces que tienes un hueco por cubrir, en la que gozas de una tranquilidad ingenua porque aún no se ha manifestado algo que dificultará la consecución de tus objetivos en el futuro en más de una ocasión. Y me gusta encontrarlos pronto, porque nunca sé cuan ocupado estaré la próxima vez que surja, no sé si, llegado el momento, podré estar preparado o tener la mente despejada para reflexionar sobre ello con tranquilidad y plantear soluciones.

Porque siempre hay soluciones, pero no siempre somos capaces de encontrarlas. Si buscamos los problemas antes de que ocurran, si miramos cada una de nuestras debilidades, si nos hacemos preguntas constantemente sobre nuestra capacidad para hacer lo que decimos que hacemos, o para responder ante las situaciones que inevitablemente tendremos que afrontar en algún momento del camino, estaremos adelantando años en meses, estaremos logrando concentrar una parte importante de la experiencia de años de carrera profesional de cualquier especialista en semanas, o incluso en días. Porque se puede aprender de los errores y los aciertos de los demás, y no es necesario tropezarse diez veces con todas las piedras con las que alguna vez un hombre se ha tropezado en la historia. Se puede aprender, y se debe aprender, a evitar los problemas.

Porque los errores, si bien a veces son difíciles de prever y pueden ser muy numerosos, son limitados, o al menos, los problemas más frecuentes. Las preguntas que necesitan respuesta de forma ineludible también son limitadas, y si nos alegramos cada vez que encontramos una encrucijada, que tenemos un dilema, cada vez que vemos que algo se nos queda grande, que no logramos nuestros objetivos, que algo se interpone en nuestro camino, entonces habremos eliminado toda la carga psicológica que traen consigo, y será mucho más fácil abordarlos. Una mentalidad positiva ante los problemas hace que no dediques un solo minuto a bloquearte y enfadarte y te concentres directamente en la solución, y cuanto antes aprendas que existe o puede existir un problema, antes podrás trabajar con un nivel elevado de control sobre cualquier proyecto o especialidad. Creo que es un buen consejo buscar todos los problemas que se pueden tener, que otros han tenido, y preguntarte a ti mismo qué es lo que más te ha costado a lo largo del proceso, qué errores, problemas o dificultades has podido superar con éxito y te sientes tranquilo ahora que tienes el camino despejado.

Prever los problemas que indudablemente tendrás, porque afectan a la práctica totalidad de profesionales de un sector determinado, a las personas en una posición determinada en una empresa, o a aquellos que están en la misma fase de aprendizaje que tú de cualquier disciplina, habilidad, deporte, idioma... te permitirá avanzar a pasos de gigante. Llevo tiempo pensando que es importante pensar en los problemas que podrías tener para intentar encontrar soluciones y así estar preparado cuando lleguen. Pero no había pensado en lo útil que sería que eso me pareciera algo positivo, agradable y divertido.

Que el momento en que alguien se interpone en tu camino sea una buena noticia, porque iba a pasar tarde o temprano y así no lo demoras más en el tiempo. Por qué ahora? puede que mejor ahora que más adelante, cuando estés más confiado y hayas actuado con ingenuidad durante un mayor periodo de tiempo, lo que probablemente te haya llevado a cometer un mayor número de errores y generar un mayor número de problemas que si hubieras conocido la realidad antes. Porque la información es poder, y cuanto antes dispongas de ella, mejor. Y si lo analizas un poco, los problemas y los errores son información. Información que nos llega como noticias de golpe casi siempre, pero que podríamos haber previsto. Si un consultor se encuentra con, digamos, 5 problemas al día, puede tener al cabo del mes como 20 problemas, de los cuales algunos serán de naturaleza similar, o, directamente, repetidos. Al cabo de 10 años ha podido enfrentarse a 2400 problemas, seguramente más, pero vale como ejemplo.

Esos 2400 problemas detectados, analizados y resueltos constituyen la experiencia que le ha permitido pasar de categoría, cobrar lo que cobra, y obtener un respeto profesional determinado. Pero, qué pasaría si tú, desde el principio, buscas los errores, incluso las soluciones, a otro ritmo. Si te gustan los errores y los coleccionas porque sabes que eso te hace más capaz, y te puede hacer más feliz, lograr tus objetivos antes, relajarte antes porque mucho de lo que tendrás que afrontar en el futuro ya está más o menos controlado? Pasa que hablarás con todos y cada uno de los consultores que conozcas, mirarás hasta la página número 20 de resultados de google, mirarás en cada foro, en cada charla, cada blog de los profesionales de tu sector en busca de esa información tan valiosa. Y en un mes, habrás podido encontrarte con 600 problemas frecuentes, con 200 específicos de diferentes sectores o departamentos y 100 concretos que quizá no te vayan a ocurrir a ti, pero que te viene bien conocer.

Y sí, en dos años haciendo eso, conocerás prácticamente la mayoría de los problemas a los que probablemente te puedes enfrentar en tu vida profesional, o personal. Y eso es una enorme ventaja competitiva. Con esa información, y siguiendo por el análisis y la búsqueda o generación de soluciones para ellos, tendrás más tablas que nadie, más control de los procesos que nadie, más capacidad que nadie para hacer cualquier cosa que te plantees. Los números, por supuesto, son una tontería.

Seguro que me quedo corto, o largo, y ni siquiera estamos entrando en la definición de problema en sí. Pero creo que está claro que es una forma extremadamente eficiente de avanzar profesional o empresarialmente. Esto te permite no tener que abordar los problemas cuando surjan finalmente? No. Te darás cuenta de todos y cada uno de ellos? No. Son todos previsibles de algún modo? No. Todas las soluciones que plantees para un problema serán igualmente válidas? No. Habrá problemas enormes que no detectes? Sí. Confundirás algunas veces causas con consecuencias? Desde luego. Pero, no estás de acuerdo en que se puede aprender mucho de casos de éxito y fracaso? De las lecciones de otros? De las experiencias de otros? De las soluciones que otros han diseñado para problemas que tú mismo puedes tener, o cuya naturaleza similar hace que la misma solución prediseñada pueda valer con algunas modificaciones para el problema real que tú te vas a encontrar? Espero que sí. Yo lo tengo claro, no descubro la pólvora, pero sí creo que muchas veces no nos damos cuenta de que la experiencia y los años haciendo algo no tienen por qué ser un valor en sí mismo. Que hacer mucho tiempo no haciendo algo, o haciéndolo mal, no te convierten en un especialista automáticamente.

Y que se puede lograr los conocimientos y capacidades propias de varios escalafones superiores en cualquier organización, o situarte a la altura de grandes empresas con decenas, centenares o miles de empleados más que la tuya si juegas inteligentemente tus cartas, aprendes rápido, y te mantienes concentrado en llegar al nivel al que quieres estar, y no dedicado únicamente a hacer las cosas "a su ritmo", "según sus tiempos", a hacer las cosas que te corresponden por tu edad, o por tu posición, o por el número de empleados o volumen de facturación de tu empresa. Si sabes a dónde quieres llegar, entonces debes pensar que vas a tener que enfentarte con una serie de obstáculos antes o después, y de nada sirve esperar a que esos obstáculos, conocimientos o experiencias, vayan apareciendo de forma caótica en tu vida con la esperanza de que en ese momento los sabrás solucionar mejor porque esos problemas se corresponderán con tu nivel.

Es mentira, ahora tienes posibilidad de afrontar problemas de alta dirección, pero te han enseñado que eso ya será si llegas, que está muy lejos. Sin darte cuenta de que, precisamente eso, la capacidad de solucionar esa clase de problemas, será posiblemente la vía más rápida para llegar a la alta dirección. O para lograr tus objetivos en el campo que sea. Nunca serás competencia para una empresa más grande que tú si crees que, como es más grande, es mejor que tú en todo y tú nunca podrás hacer nada porque ellos siempre tendrán más experiencia y más capacidad. Somos lo que somos, y también lo que queremos ser. Somos una proyección de nosotros mismos. Hay una frase de Nach que me gusta mucho "Mis sueños son mentiras que algún día dejarán de serlo". Y si eso es así, entonces más vale estar preparado cuanto antes, porque esa misma preparación es, precisamente, la vía más rápida para que se hagan realidad.

Y esto no es solo una historia de cómo lograr el éxito profesional, esto es un enfoque práctico de la vida, una forma de plantear los problemas también personales, porque lo que les pasa a los demás también te puede pasar a ti, y puede que no sea tan fácil de afrontar como planteas en tus consejos a quien le pasó, y te conviene escuchar un poco más a los demás. Es una metodología para prepararnos y ser capaces de evitar aquellas cosas en la vida que nos hacen infelices, que nos atormentan, que nos preocupan, o, simplemente, que nos molestan o dificultan que lleguemos a donde queremos llegar.

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