Alegría postvacacional

Qué bien que se acaba el verano! Menos calor, menos preocupación por el cuerpo, menos necesidad de ser extremadamente felices cada minuto para aprovechar las pocas vacaciones que tenemos, volver a sentirnos productivos, útiles e importantes, volver a la realidad para seguir mereciéndonos lo bien que estamos y disfrutar de nuestra casa después de haber estado fuera, donde todo está como a nosotros nos gusta.

Dejemos que la fiesta sea excepcional y no una rutina o una obligación. Y el que no esté de acuerdo, que sufra los siguientes 10 meses deseando que sea la época del año que no es, tener lo que no tiene o hacer lo que no puede hacer!

Todo tiene cosas buenas, solo que a veces hay que mirarlas con un poco más de atención.

Comentarios

Javier Camacho ha dicho que…
Claro que sí Carlos!! Completamente de acuerdo!! Que se vaya el verano, que ya está tardando!! Yo estoy deseando ya el frío, la nieve, la lluvia, el olor a tierra mojada, las bufandas, quizá un viaje a Sierra Nevada (o quizá no) y un montón de nuevos profesores capullos para quejarme de ellos! Y también seguro que alguno bueno que aún me falta por conocer. ¿Y decías algo de fiesta?, ¿qué es eso?... Carlos nos estamos haciendo mayores ;)

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