Escribir

Socorro!! Qué ganas de escribir!!! Escribo el guión de una película o hago un reportaje sobre la miseria en el mundo?? No sé si escribir sobre la vida, la alegría y la tristeza o sobre las últimas noticias tecnológicas. En estos momentos siento que debería dedicar mi vida entera a llenar folios en blanco, a dar rienda suelta a mi imaginación, a convertir en realidad cosas que aún no existen. Podría describir el placer de teclear a toda velocidad, o contaros las últimas hazañas del intrépido Carlos en su viaje por la vida. Qué sensación tan extraña! Escribo sin saber que escribir, tengo tantas cosas que contar que no cuento nada!

Es una pena no poder escribir seis cosas a la vez... quisiera convertirme en SuperCarlos, o, mejor aún, en muchos Carlos. Así podría escribir todas las historias que se me ocurren... Estoy harto de ser sólo un Carlos, con apenas una cabeza y dos míseras manos. Yo quiero más manos y más cabezas.



Pero... qué es para mí la felicidad!??! y dónde está! La felicidad está en cada hoja de papel de cada cuaderno, en cada servilleta y cada folio. Está en word y en Google Docs, en el dorso de una tarjeta y en el borrador de los mensajes del móvil. Y la tristeza también. También la dulce melancolía y la reconfortante nostalgia, la rabia enamorada y el sufrimiento más placentero. Mi felicidad es escribir... Decir cosas sin abrir la boca para ser libre por fin. Libre!!! Supongo que soy libre porque escribo y que escribo para liberar mis pensamientos cautivos.

Y no creas que escribo para que me lean, aunque si me leen, me habrán leído. Está claro, no? Que una cosa es escribir para gustar y otra muy distinta que te guste escribir. Escribir por el placer de escribir. Escribir para disfrutar, para recordar o para conocer la verdad. Yo escribo para descubrir mi verdad, y tu verdad, ¡y todas las verdades!. Escribo para fotografiar mi alma. Un instante que queda inmortalizado para siempre. Voy creando mi álbum para hojearlo con nostalgia cuando sea mayor. Mi bitácora, mi diario de abordo, mis notas de capitán. Como el diario de una adolescente.

Me entristece saber que no podré escribir sobre el día en que morí, que no podré cerrar el último capítulo de la gran historia que es mi vida. Pero me consuela saber que seguiré vivo en mis palabras después de todo. Una historia sin final, un cuento que se niega a terminar.

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